Todo lo que necesitas saber sobre la microdermal
Los piercings siempre han estado de moda, pero en los últimos años ha aparecido otra novedad. Se trata de microdermals, es decir, una especie de piercing con una única bola que se fija a la piel mediante un gancho.
Se considera la alternativa a los tradicionales piercings que estamos acostumbrados a ver y se aplica en lugares que nunca hubiéramos pensado que se podrían perforar.
Cómo aplicar una microdermal
La peculiaridad del piercing microdérmico es que, a diferencia de los piercings normales, se puede realizar en cualquier parte del cuerpo. Esto se aplica a la piel con una herramienta llamada punzón dérmico (una aguja particular en forma de bolígrafo que perfora la epidermis) o con un bisturí. En ambos casos se aplica una placa debajo de la piel. Y es sobre esto sobre lo que se aplica la joya, que puede ser blanca o de color según los gustos personales.
El procedimiento microdérmico no es como el del piercing, pero es mucho más delicado precisamente porque se realiza en partes del cuerpo que generalmente no se pueden perforar. Los riesgos de rechazo microdérmico son elevados y para evitarlo hay que desinfectarlo y tratarlo con especial atención, especialmente en los primeros días. Sin embargo, el rechazo microdérmico también está relacionado con el tipo de piel y, por tanto, es un riesgo muy subjetivo.
De hecho, dos personas pueden hacerse la microdermal en el mismo lugar y con el mismo perforador y reaccionar de manera diferente. No hay forma de predecir qué pasará, pero si ya has tenido problemas con los piercings o los pendientes normales en el pasado, quizás sea buena idea pensar si hacerte o no una microdermal. No debemos olvidar que se trata de un agujero muy delicado: evita tocarlo demasiado, broméalo y ten cuidado de no dejar que choque contra objetos que puedan provocarle un trauma y, en consecuencia, el rechazo.
Los microdermales más populares.
Como se mencionó anteriormente, las microdermals se pueden realizar en cualquier parte del cuerpo. Los más solicitados, sin embargo, son los que se encuentran en la mitad del pecho, al igual que los tatuajes, en el cuello, la muñeca y la cara. Si te encantan los escotes profundos y te gusta resaltar tu escote, el piercing microdérmico de mama probablemente sea tu piercing. Esta es la joya más solicitada por las niñas, sobre todo de cara al verano.
Los clásicos agujeros en la cara son aquellos que afectan a las cejas, la nariz, los labios y, para los entusiastas más incondicionales, incluso las mejillas. En los últimos años se ha ido extendiendo una alternativa más elegante y refinada: el tratamiento microdérmico en el rostro. Generalmente se aplica justo debajo de los ojos para subrayar la mirada, y hay quien los quiere en pares… ¡como si fueran parte del maquillaje!
La microdermal en el cuello se puede aplicar tanto en el hueco situado encima del esternón como en la nuca. Es uno de los piercings más “extremos”, precisamente porque se sitúa en un punto muy delicado y fácil de rechazar. Sin embargo, si quieres jugar un poco más y también crear pequeños símbolos con microdérmicos, el lugar que podría ser el adecuado para ti es la muñeca. Aunque pueda parecer el menos invasivo, es el que está sometido a mayor riesgo de impactos, por lo que es bueno tener siempre mucho cuidado y desinfectar los piercings periódicamente.
El precio de los microdermales.
¿Cuánto cuestan las microdermals? Como todos los piercings, desde los de oreja hasta los de nariz o ombligo, esto cambia según el estudio al que decidas acudir y dónde quieras hacer el agujero. Generalmente oscila entre 60 y 150 euros: desconfía de quienes te ofrecen soluciones a un coste demasiado inferior, porque podría denotar falta de profesionalidad y poca atención a las normas de higiene y seguridad.
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