Tipos de termómetros: cuántos hay y cuál elegir

El termómetro es la herramienta útil para medir la temperatura corporal basal. Comparado con el principio, cuando sólo existían los termómetros de mercurio, hoy en día es posible elegir entre los diferentes tipos de termómetros para la fiebre que hay en el mercado: analógicos, digitales, galistan, infrarrojos, sólo por nombrar los más comunes.

Veamos qué tipos de termómetro existen y cómo elegir el más adecuado a tus necesidades en función de las características de cada uno.

¿Qué es un termómetro?

Como se mencionó anteriormente, el termómetro sirve para medir la temperatura corporal para saber si tenemos fiebre. El primer termómetro fue inventado por Galileo Galilei en 1607 y luego fue perfeccionado en 1709 por Daniel Gabriel Fahrenheit, quien inventó el termómetro de mercurio en 1725.

La temperatura humana ronda los 37°C, pero esta temperatura varía no sólo de persona a persona sino también de la zona en la que se detecta. Los puntos donde se puede medir la temperatura son la cavidad bucal, las axilas, el recto y el interior de los oídos (el tímpano).

Conocer la temperatura corporal es importante porque a menudo es un signo de inflamación o de un proceso infeccioso en curso (y lo hemos visto en el caso de la epidemia de coronavirus, pero también con la gripe ). Veamos cuántos tipos de termómetro hay en el mercado y cuáles son las diferencias entre uno y otro.

Termómetro de mercurio

El primer termómetro, el que estuvo presente en todos los hogares hasta 2009, cuando fue declarado ilegal por una norma europea, es el termómetro de mercurio. Era un tubo de vidrio en cuyo interior había mercurio. La temperatura corporal provocaba un cambio en el volumen de mercurio que, a través de una escala graduada, indicaba la temperatura.

Hoy en día este tipo de termómetros está fuera del mercado porque se consideraban perjudiciales para la salud, ya que cuando se rompía (y sucedía a menudo) soltaba bolitas de mercurio, que son tóxicas para los humanos.

Termómetro en Galistán

El termómetro de Galistán se basa en un principio muy similar al del termómetro de mercurio, excepto que en su interior contiene un líquido formado por una aleación de galio, indio y estaño.

Funciona exactamente igual que el termómetro tradicional y tiene la única desventaja de que tarda entre 4 y 5 minutos en detectar la temperatura. Si se cae, puede romperse, pero el contenido no es en absoluto tóxico.

Termómetro digital

El termómetro digital es el más utilizado actualmente, ya que es rápido (se tarda aproximadamente 1 minuto en medir la temperatura) y fácil de utilizar. Funciona con pilas y debe encenderse antes de su uso. Una señal acústica avisa de la detección de temperatura, que se puede leer en una pequeña pantalla. Es un gadget tecnológico muy útil para llevar contigo incluso cuando viajas.

Termómetro infrarojo

El más reciente de los distintos tipos de termómetros es el termómetro infrarrojo (similar al termómetro láser ), que se basa en la detección de la radiación emitida por el calor corporal. La temperatura se mide en unos segundos colocando el instrumento a unos centímetros de la frente o en la cavidad del oído.

No invasivo, es muy utilizado para detectar la temperatura de los niños y es muy útil para los recién nacidos. El inconveniente del termómetro infrarrojo es su falta de precisión, ya que la lectura de la temperatura está influenciada por el calor de la habitación y por "obstáculos" como el pelo o el sudor.

Termómetros de cristal líquido y de alta tecnología

Son termómetros de última generación, aún poco utilizados, se utilizan cuando se necesita tener una medición constante de la temperatura. Los termómetros de alta tecnología se conectan mediante aplicaciones a un teléfono inteligente o a sistemas Bluetooth. Los termómetros de cristal líquido consisten en una tira de plástico graduada que se coloca en la frente y, al cabo de unos minutos, detecta la temperatura.