Semillas de calabaza: todo lo que necesitas saber antes de consumirlas
Las semillas de calabaza son un alimento natural y sabroso que podemos integrar fácilmente en nuestra dieta. Sin embargo, en comparación con la verdura de la que se extraen, de la que conservan todas las cualidades, tienen un tamaño bastante pequeño. A pesar de ello, pueden aportar muchos beneficios a nuestro organismo, exactamente como ocurre con las semillas de lino y las semillas de chía: descubramos todas sus propiedades en este artículo.
Cómo consumir semillas de calabaza
Las semillas de calabaza se pueden consumir de varias formas. Después de ser tostadas y saladas, pueden convertirse en un válido sustituto de los snacks más famosos, para picar antes de ir al gimnasio, al estadio o delante de una buena película.
Si prefieres consumir las semillas de calabaza crudas, puedes agregarlas a vegetales salteados, o mezclarlas en ricas ensaladas para que queden aún más sabrosas. También quedan estupendos en platos calientes o sopas a base de cereales, así como en masas de pan y bollos. Cuesta creerlo, pero las semillas de calabaza también se pueden consumir para un desayuno ideal: prueba a añadirlas a tu muesli, vertiéndolas en leche o yogur.
Propiedades y beneficios de las semillas de calabaza
Las semillas de calabaza son un verdadero concentrado de nutrientes extremadamente importantes para nuestra salud: consumirlas, incluso en pequeñas dosis, puede resultar importante para combatir muchas pequeñas molestias y mejorar nuestro bienestar físico.
Averigüemos cuáles son sus propiedades.
Zinc para el sistema inmunológico y la próstata.
La alta concentración de zinc convierte a las semillas de calabaza en válidos aliados contra la gripe y los resfriados. Esta sustancia también ayuda a estimular el sistema inmunológico, haciéndonos más fuertes y resistentes a virus y bacterias, y tiene una acción protectora contra los trastornos de la próstata.
Triptófano y magnesio para la relajación y el buen humor.
Te aconsejamos utilizar semillas de calabaza incluso si sufres de insomnio: el triptófano, el aminoácido precursor de la serotonina, estimula el sueño nocturno y también tiene un efecto beneficioso sobre el buen humor. Asimismo, el magnesio, presente en grandes cantidades en las semillas, ayuda a darnos una sensación de relajación y calma absoluta.
Omega 3 y propiedades antiinflamatorias.
Gracias a la alta concentración de Omega3, las semillas podrían resultar útiles para pacientes que padecen hipertrofia prostática benigna. También se consideran antiinflamatorios naturales, y en algunos casos pueden ayudar a combatir hinchazones e irritaciones muy molestas.
Fibras para el intestino
Por último, es imposible no mencionar los beneficios que la ingesta de este alimento también aporta al intestino: las fibras le permiten regular su actividad, demostrando ser aliados válidos contra el estreñimiento. Finalmente, las semillas de calabaza pueden regular los niveles de azúcar en sangre y mejorar la salud ósea.
Contraindicaciones de las semillas de calabaza.
Las semillas de calabaza no tienen muchas contraindicaciones, pero aun así lo mejor es no exagerar con las cantidades. De hecho, comer demasiados podría dificultar la absorción normal de los nutrientes presentes en otros alimentos, además de provocar algunas molestias menores. En particular, puedes experimentar dolor de cabeza o de estómago, por lo que es mejor evitarlos si sufres del síndrome del intestino irritable.
Como también son ricas en lípidos, las semillas deben ingerirse con precaución para evitar ganar algunos kilos, ya que son alimentos que potencialmente engordan. Especialmente de cara al verano.
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