Resfriado de gato: cómo reconocer y tratar los síntomas
Una cosa a la que hay que prestar atención cuando se tiene un gato es su salud. Siempre es importante plantearte vacunar a tu gato, pero los resfriados felinos también son uno de los motivos de preocupación más frecuentes por parte de quienes cuidan a estos pequeños felinos domésticos (ya hemos visto qué hacer cuando se produce la estomatitis felina ). Al igual que los humanos, los gatos son susceptibles a los resfriados en los meses de invierno, cuando el fuerte descenso de las temperaturas debilita su sistema inmunológico. Incluso los síntomas del resfriado de un gato son muy similares a los síntomas del resfriado humano, por lo que es muy sencillo identificar la dolencia y remediarla.
¿El resfriado de un gato es contagioso para los humanos?
Dado que los ocupantes (humanos y felinos) de una casa acaban compartiendo muchos espacios y en ocasiones incluso horas de sueño por las noches, es habitual que un gato resfriado acabe estornudando cerca de las vías respiratorias de sus compañeros humanos. Esto, que entre humanos implicaría un contagio prácticamente inmediato, no tiene sin embargo consecuencias: el resfriado del gato no es contagioso para los humanos, ya que a pesar de tener los mismos síntomas y aparecer muchas veces en la misma época del año, no se produce a partir del mismo causas.
En particular, los resfriados humanos son generados por Rinovirus, mientras que los resfriados felinos son causados por Herpesvirus, Calicivirus o Clamidia.
¿Cómo curar el resfriado de un gato?
Lo primero que hay que hacer para tratar el resfriado de un gato es sencillo: llevar al gato al veterinario. De hecho, el veterinario establecerá qué tipo de origen tiene el resfriado que contrae el animal. Dependiendo de las causas, el médico podrá entonces prescribir una terapia farmacológica adecuada que puede incluir, por ejemplo, antibióticos, antivirales o antihistamínicos.
De hecho, no es raro que el resfriado de un gato tenga un origen alérgico. Sucede especialmente cuando se introduce una nueva planta en casa o se empieza a utilizar un nuevo detergente.
Antes de recibir indicaciones farmacológicas por parte de su médico, es importante no administrar medicamentos al gato y sobre todo evitar absolutamente la aspirina, que es letal para los pequeños felinos.
La duración del resfriado de un gato suele ser muy corta: mucho depende del cuidado con el que se siga el tratamiento farmacológico, de la edad del gato enfermo y también de su carácter. De hecho, el gato enfermo debe pasar el mayor tiempo posible en el interior y mantenerse abrigado. En el caso de gatos callejeros, o gatos domésticos acostumbrados a estar mucho tiempo al aire libre, la duración del frío podría aumentar.
Trata el resfriado de tu gato con remedios naturales
Al igual que ocurre con los humanos, donde a menudo recurrimos a los remedios homeopáticos para tratar los resfriados, incluso en el caso de los resfriados, los remedios naturales o tradicionales no curan los resfriados, pero contribuyen en gran medida a aliviar los síntomas y acelerar la recuperación. En primer lugar, será imprescindible enjuagar los ojos y la nariz del gato con un algodón empapado en manzanilla , para evitar enrojecimientos y acumulaciones de secreciones mucosas.
Dado que el gato no tendrá apetito los días en que esté resfriado, será necesario preparar alimentos calientes para mezclar con su comida habitual: una buena idea es mojar la croqueta con agua tibia. De esta forma la comida seca desprenderá un mayor olor, haciendo que el gato coma con más ganas.
Otra medida fundamental para mejorar el estado de ánimo de un gato resfriado es evitar exponerlo a ruidos muy fuertes, que le molestarían más de lo habitual debido a la oclusión parcial de los canales respiratorio y auditivo: al contrario, sería perfecto. prepararle una pequeña cama calentita y aislada del resto de la casa donde pueda descansar plácidamente.
Deja una respuesta
OTROS ARTICULOS QUE PODRÍAN INTERESARTE: