¿Qué pescados grasos contienen más colesterol?

Aunque los médicos y dietistas siempre recomiendan un consumo abundante de pescado, quienes padecen colesterol deben prestar mucha atención a las especies de pescado que eligen comer. De hecho, existen pescados grasos que pueden resultar perjudiciales para quienes padecen esta patología tan particular. Veamos cuáles son.

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Pescado graso y pescado magro: ¿cuál es la diferencia?

El pescado, que hay que saber reconocer en la pescadería, es un animal y, como tal, contiene grasa de forma natural. La cantidad de grasa, sin embargo, varía de una especie a otra y por ello se hace una distinción entre:

  • pescados muy magros: los que contienen menos del 1% de grasa;
  • pescado magro: con lípidos entre 1 y 3%;
  • pescado semigraso: con una cantidad de grasa que oscila entre el 3 y el 10% del peso total del animal;
  • Pescados grasos: son especies cuyo contenido en lípidos es superior al 10%.

Cabe precisar que el nivel de grasa que contiene un pez varía de una especie a otra, pero también puede tener fluctuaciones dentro de una misma raza en función de la estación, la dieta y la calidad del agua en la que vive. Por regla general, los pescados de fondo, como el rodaballo o la lubina, nunca son especialmente grasos, ya que los lípidos tienden a acumularse en el hígado y el peritoneo. Sin embargo, en los peces que viven más cerca de la superficie, los lípidos se acumulan en la cabeza y los músculos.

¿Cuáles son los pescados que deben evitar las personas con colesterol alto?

Pescado y colesterol  no son necesariamente sinónimos, siempre y cuando elijas un tipo de pescado que no sea demasiado graso. Lo ideal sería centrarse en el pescado azul porque es bajo en grasas y rico en ácidos grasos omega-3, sustancias capaces de reducir los niveles de lípidos en sangre, lo que los hace muy adecuados para quienes padecen colesterol alto. Los pescados que conviene evitar absolutamente por contener un alto porcentaje de lípidos son la caballa, el salmón, el cabracho y las anchoas.

Según una clasificación elaborada en función del contenido en grasas, los pescados que se deben evitar o en todo caso consumir con moderación, además de los recién indicados, son la anguila y el arenque, pero también la sardina, el pargo, el salmonete, el atún y el pez espada. y dorada. Además, si se sufre de colesterol, es bueno evitar el caviar, es decir, huevos de esturión o mújol, y la bottarga, porque son muy ricos en grasas nocivas. Los que, en cambio, tienen un bajo contenido en grasas son el lenguado, la lubina, el cazón, el rodaballo, los calamares, la sepia, los mejillones y las almejas, la langosta, además de la raya, la merluza y la gamba.

Los pescados grasos no son necesariamente mejores y más sabrosos que los más magros, pero esto no significa que de vez en cuando no puedas darte un capricho con una ración de delicioso sushi fresco o un buen filete de salmón braseado.

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