Pan duro: mil maneras de utilizarlo en la cocina
A todos nos pasa: cualquier cantidad de pan que compremos, ese trozo de pan siempre queda, ¡y permanece cada vez que lo compramos! Evidentemente no queremos tirarlo, después de haberlo almacenado de la forma adecuada, por lo que a final de mes nos encontramos sumergidos en pan duro: ¿qué hacer? Quizás no todo el mundo sepa que este ingrediente realmente permite crear infinidad de platos en la cocina, se puede reutilizar de mil maneras, sencillas y gourmet, para amenizar nuestra mesa.
¿Realmente el pan duro tiene más calorías?
Para mayor claridad hay que decir que el significado de pan duro es el de pan "viejo", que está endurecido y, a menudo, es verdaderamente incomible sin precauciones. ¿Es malo comer pan duro? No, aunque comúnmente se piensa que este pan tiene un mayor poder calórico que el pan recién comprado. Esto sería cierto si el proceso de endurecimiento se produjera por una disminución de agua, en este caso el poder calorífico aumentaría notablemente.
Sin embargo, ¿cómo se explica que al calentarlo vuelva a tener la consistencia original? ¡Evidentemente la causa del endurecimiento es otra! De hecho, el pan se seca debido a un proceso de almidón, que es reversible con el calor. En lonchas o trozos pequeños que ya no cuentan con la protección de la corteza, el proceso se vuelve menos reversible, pero aún podemos ver cómo utilizarlo de otras formas. En conclusión, el pan duro tiene las mismas calorías que el pan recién salido del horno.
Recetas con pan duro
Cuando nos adentramos en la cocina, sean cuales sean los ingredientes que pretendamos utilizar, primero debemos considerar nuestro nivel de cocción para evitar hacer daños. No te preocupes, para cada cocinero, incluso el más torpe, existe una receta con pan duro. Para aquellos que realmente ni siquiera saben cómo encender fuegos, pueden licuar el pan para hacer pan rallado para usar como empanizado y condimentos.
Albóndigas y panes de carne
Ya sean de verdura o de carne, un poco de pan seco remojado en agua o leche ayuda a mantener suaves las albóndigas y los panes de carne.
Pan De Albóndigas
Para aquellos que quieran involucrarse más, podemos pensar en hacer bolas de pan. Perfectos tanto fritos con un buen aceite para freír como al horno, pueden ser un sabroso aperitivo o un segundo plato sencillo y rápido. Basta con remojar el pan en agua o leche, condimentar con sal y especias al gusto, pero también con dados de jamón o queso: en definitiva, todo lo que nos guste. En este punto podemos hacer albóndigas, rebozarlas en pan rallado y decidir si las freímos o las horneamos.
Sopa de tomate y panzanella
Sólo dos ingredientes, pan seco y tomate, para dos recetas sencillas con pan duro, ¡aptas para cualquier época del año!
En el calor del verano, una panzanella fresca es siempre la solución adecuada para una comida rápida o un plato principal original. Para modernizarlo un poco podemos hacer raciones individuales como bocadillos desmenuzando el pan en un vaso pequeño y colocando encima tomates picados o con crema, aliñados como prefiramos.
Sin embargo, si fuera la temperatura es baja y necesitamos entrar en calor, una idea tradicional y siempre acorde con los tiempos es la de la sopa de tomate. Basta hervir los tomates (o pelados en tarros o en puré si no encontramos tomates frescos), la cebolla y el pan duro durante una hora. Evidentemente podemos condimentar como prefiramos, modificar las recetas que encontremos para poder reciclar de la mejor forma posible nuestro pan sobrante cada día.
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