Medusa Piercing, como tratar el labio
Los piercings en los labios son sin duda uno de los más solicitados y populares. Existen varias variaciones, pero entre las más extendidas está el piercing medusa, es decir, el que se realiza perforando el centro del labio superior, en la zona del prolabio, entre la nariz y el labio superior.
Precisamente por tratarse de una zona sumamente delicada, es importante, antes de tomar la fatídica decisión, informarse sobre el coste, el dolor y los cuidados del piercing de medusa. Nosotros en PG Magazine intentaremos responder estas y otras preguntas.
¿Quién es bueno con el piercing de medusa?
En general, el piercing de medusa es una elección puramente femenina, aunque no existen reglas que prohíban a los hombres lucir uno. Queda bien especialmente en aquellas con labios carnosos y un arco de Cupido pronunciado. Quien quiera también puede combinarlo con otro tipo de piercing, como el del tabique nasal o el lateral de la nariz.
Dolor punzante de medusa
El umbral del dolor es bastante subjetivo, pero en general podemos decir que el piercing de medusa no es más doloroso, ni menos llevadero, que otros realizados en la misma zona. Sin embargo, al hacerlo, se corre el riesgo de golpear la arteria que pasa desde el canal superior hasta el labio. En este caso sentirás más dolor sobre todo si la zona tiene músculos más fuertes, generalmente desarrollados por quienes tocan instrumentos de viento.
¿Cuánto cuesta el piercing de medusa?
El piercing de medusa, si lo hace un profesional, cuesta unos 50 euros. Lo importante es que se realiza con aguja y no con pistola: de hecho es una zona muy delicada, y se requiere una gran precisión para realizar este tipo de operaciones.
Cómo tratar el piercing de medusa
Después de haber realizado el piercing de medusa, el labio comenzará a hincharse: se trata de un fenómeno completamente natural, pero es necesario tomar precauciones para evitar infecciones. Si eres fumador, debes evitar fumar durante la fase de curación , ya que los cigarrillos pueden provocar una infección bacteriana.
Asimismo, durante la fase de curación, evita cambiar el piercing o tocarlo y girarlo constantemente. Por último, si tu piercing se infecta, no te quites la joya y contacta inmediatamente con tu médico y con el perforador que realizó la operación. Presta atención también a tu alimentación: evita masticar chicle y comer determinados alimentos, especialmente aquellos excesivamente duros o pegajosos.
Para acelerar los tiempos de curación, tenga cuidado de enjuagarse con un enjuague bucal sin alcohol después de cada comida o bebida. Una vez al día, preferiblemente antes de dormir, enjuaga el exterior del piercing. Por último, ten a mano un poco de solución salina (o agua y sal): la necesitarás para desinfectar el piercing y la zona del agujero. El proceso de curación debería tardar aproximadamente 7 semanas a menos que haya infecciones o complicaciones.
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