Líquido anticongelante para el coche: cómo utilizarlo mejor

En los meses del año en los que las temperaturas son más frías, es imprescindible el uso de líquido anticongelante para permitir una mayor seguridad a quienes conducen el vehículo y una mayor vida útil del mismo, así como sustituir los neumáticos por neumáticos de invierno. Para un buen funcionamiento y un óptimo mantenimiento, se recomienda agregar anticongelante antes de que comience la temporada invernal. El producto debe mezclarse en una cantidad entre el 30% y el 60% con el agua desmineralizada presente en el motor.

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Líquido anticongelante para el coche: sustitución.

Al igual que en el caso del cambio de aceite, para mantener el coche en buen estado es imprescindible realizar todas las comprobaciones y sustituir periódicamente el líquido anticongelante. Lo primero que debemos hacer es buscar la capacidad del circuito frigorífico en el manual de uso y mantenimiento y luego adquirir la cantidad necesaria. Antes de proceder con la operación, es importante asegurarse de que el automóvil esté frenado y estacionado sobre una superficie plana, para que sea práctico vaciar completamente el líquido usado presente.

Se recomienda que el motor del automóvil y por ende el refrigerante estén absolutamente fríos porque existe riesgo de quemaduras peligrosas; Para comprobar la temperatura puedes tocar el radiador. También se recomienda desconectar la batería, es mejor tener precaución aunque no tengas que trabajar con el circuito eléctrico.

Para vaciar el circuito, comience desenroscando el tapón del radiador, si está presente, o desconectando el tubo inferior también presente en el radiador. Entonces es necesario coger un recipiente que pueda entrar y salir fácilmente debajo del radiador y utilizarlo para recuperar el líquido que de otro modo se perdería. Una vez drenado el líquido usado, se debe volver a conectar la manguera y, para lavar el circuito, es una buena práctica llenarlo de agua, encender el motor y dejarlo funcionar durante unos minutos.

Una vez hecho esto, puedes proceder a rellenar líquido refrigerante, poco a poco y con cuidado de que no se escape, mucho mejor si te ayudas de un embudo. El nivel a alcanzar está marcado en el depósito de expansión o radiador, entre el mínimo y el máximo. El líquido tarda mucho en llenar todo el circuito, por lo que el trabajo debe realizarse con extrema paciencia. Una vez realizada la operación, se debe cerrar el tapón de ventilación y arrancar el motor, comprobando la temperatura en el salpicadero.

Es aconsejable dar una pequeña vuelta al coche para permitir que la bomba de agua expulse todo el aire residual, comprobar que la calefacción está funcionando y que el purgado se ha realizado correctamente. A pesar del trabajo que requiere, esta operación es fundamental sobre todo para quienes viven en las regiones más frías, donde es absolutamente necesario disponer de un coche con líquido anticongelante y   neumáticos para todas las estaciones  o para nieve.

Líquido anticongelante para el coche: los colores

Los líquidos anticongelantes para coches tienen diferentes colores por dos motivos, el primero es obviamente para permitir detectar posibles fugas en el bloque motor o en las tuberías, el segundo es para reconocer productos que contienen diferentes aditivos y que, por tanto, no se pueden mezclar entre ellos.

La mayoría de los anticongelantes se caracterizan por la presencia de aditivos anticorrosivos de color azul verdoso que evitan la corrosión ácida provocada por la descomposición del etilenglicol. Algunos fabricantes han sustituido los aditivos convencionales por ácidos orgánicos, requiriendo así el uso de anticongelante HOAT, tecnología híbrida de ácido orgánico, que se ha asociado con un color amarillo-púrpura.

Sin embargo, los inhibidores tradicionales con ácidos orgánicos han sido completamente abolidos en los líquidos anticongelantes OAT totalmente orgánicos que se distinguen por su color rojo anaranjado, compatible con muchos líquidos anticongelantes a excepción de los azul-verdes. Sin embargo, el color es un indicador de fugas, por lo que siempre es mejor comprobar la compatibilidad del anticongelante que quieres verter en la cubeta para no alterar la formulación de los inhibidores.

Al mezclar líquidos compatibles pero con diferentes colores, el grado de protección térmica se reduce, por lo que es aconsejable introducir no más de un 10% de anticongelante de diferentes colores. Si se intenta mezclar líquidos incompatibles, como verde-azul con naranja-rojo, los agentes fluidizantes y anticorrosivos podrían reaccionar para producir un compuesto gelatinoso que no circula ni se enfría y que es necesario limpiar.

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